martes, 23 de junio de 2009


Queridos lectores y blogueros,

Antes que nada quería pediros disculpas por esta ausencia de palabras en el blog desde hace semanas. No quiero poner excusas pero realmente no he tenido cuerpo para nada. Esto del cambio de pelaje lo llevo fatal. Me siento inapetente, echando pelos por todas partes y a todas horas, y a veces con las consiguientes consecuencias de la expulsión de los susodichos pelos, con la que no os voy a deleitar porque no es plato de buen gusto.

En fin, que cuando uno siente este estado lo que menos le apetece es ponerse a escribir. Además, qué narices, yo también me merezco unas vacaciones. Yo creo que esto que sufro con el cambio de pelaje debe ser algo similar a vuestros estados de astenia que dicen que sufrís los humanos en primavera, en otoño, en invierno y al volver de vacaciones. ¡Vamos que estáis todo el año en ese estado de desgana! Por esta razón, yo creo que entenderéis mi ausencia levemente prolongada.

Además, últimamente, hay tanto jaleo por esta agencia que es complicado concentrarse. Unos que entran, otros que salen. Otros que vienen a quedarse, pero ni siquiera llegan a entrar. Muchas reuniones, más llamadas y más reuniones. Pero no pasa nada. Por fin, ahora estamos solos, el ordenador y yo. Hay paz, hay tranquilidad. Un momento de sosiego, un momento de respiro antes de que lleguen las horas de los petardos y la fiesta. Sí, porque hoy es San Joan, esa noche que se supone es la más corta del año y donde la gente la celebra, como siempre, comiendo –coca- y bebiendo –eso ya al gusto de cada uno. Pero yo como estoy inapetente, ni comeré ni beberé, sino, bien al contrario, sufriré la tortura de los petardos. ¡Qué insensibilidad! Seguro que esos humanos no piensan en nosotros los pobres animalitos.

Afortunadamente, yo estoy en fase de irme recuperando de mi fase de bajón físico-anímico y me estoy tomando mis propias medicinas que consisten en mucha tranquilidad, mucha calma, menos obligaciones –sí, ya lo sé, normalmente tengo pocas, pero estos días aún menos- y sobre todo esa maravilla llamada malta que me pone las pilas y me sienta de maravilla, concretamente, en relación a la expulsión de pelos. ¡Vamos yo no necesito ni prozacs ni estimulantes de otro tipo!

Hoy voy a ser corto y breve, pero solo quería que supierais que sigo vivito y coleando, con algo menos de pelos y más delgado, pero que pronto volveré partiendo más pana entre mis muchachos y mis lectores humanos.

¡Feliz verbena y felices días hasta los próximos ronroneos!

Play, el gato.

Posted by Publicado por Play en 9:29
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1 comentarios:

desiree dijo...

dile a la montse que te de una de sus bayas milagrosas... como sirve para todo y son naturales.. mal no te harán...