viernes, 22 de julio de 2011



La semana pasada os explicaba que no había manera de que saltara de las faldas amigas y de su entrañable compañía. Pero los felinos somos tan nuestros que nos llevamos la contraria incluso a nosotros mismos. Así que estos días me ha dado por sentarme en la salita, con la única compañía del sofá. ¡Arrggg, se está tan bien! Me estiro, me retuerzo, doy vueltas sobre mí mismo y qué gustito. ¡Esto es vida, humanos!

En realidad, esto de apartarme es una manera de irme preparando, de irme desapegando de mis muchachos cuando llega el verano. ¡Ah, pero este año hay novedad! No es porque mis muchachos se vayan turnando para hacer vacaciones. ¡No! Este año el que se toma un descanso soy yo. ¿Os acordáis del centro de desintoxicación humana que visité aproximadamente hace un año? Pues allí me voy, pero no a una cura, sino simplemente a una estancia de reposo –sí, ya sé lo que estáis pensando, ¿más reposo aún, Playete?

Sí, un poco de reposo, de distancia, que siempre es bueno para todas las partes. Porque tomarte tu tiempo, tu espacio es muy necesario. Un tiempo exclusivamente para ti, sin nadie más de los que suelen pulular por tu entorno. Hay a quién no le gusta, yo diría que porque les asusta estar solos consigo mismos, pero sinceramente creo que es un sano ejercicio. Así que me voy. Dejo a los conocidos de cada día y me voy con otros: he convencido a algunos gatos amigos empezando por Don Vito, que descansará de Abril y sus achuchones; Fellina, que necesita urgentemente que le asesore en ademanes y educación para que deje de salvajear a sus amos. También se nos unirán en esta pequeña aventura de descanso Iris, la dulce gatita de nuestro querido Conserje Jubilado, y a Muffin, que quiere descubrir mundo más allá de la calle Rogent. Por supuesto, vendrán otros felinos que no conocéis aún: Duc, Lio, Pili, Mimo y, seguro que alguno más se vendrá con nosotros. Echaremos en falta a Yupp, pero siempre lo llevaremos en nuestro recuerdo por lo que compartimos, por lo que nos dejó, que fue mucho. Demasiado diría yo y, por eso, se le sigue echando de menos.

¡Me estoy imaginando estas maravillosas vacaciones! ¡Esto puede ser tremendo! Ya os contaré nuestras historias por ese retiro espiritual, donde madrugar está prohibido, al igual que pasar hambre. Donde la única regla es descansar y tumbarse en la hierba, perseguir moscas y pajaritos y ronronear todo lo que podamos.

En realidad, estas vacaciones haremos lo que hacemos siempre, pero triplicado. Eso sí, sin faldas amigas. Pero sé que cuando vuelva, después de esta ausencia y en previsión de que las echaré de menos, retornaré por mis fueros con más caña que meter, pero con más cariño para repartir. ¡Felices vacaciones!

Ronroneos estivales para todos.
el gato Play

PD: Foto by Montse y agradecer la cámara a Carlos... De este personaje os hablaré cuando vuelva de vacaciones... ¡Más de una entrada va a protagonizar, lo veo venir!

Posted by Publicado por Play en 5:27
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