viernes, 27 de mayo de 2011



Tengo esto muy abandonado. No puede ser. Siempre os he advertido que no podéis esperar mucho de un felino. Por naturaleza, la pereza nos puede, pero creo que últimamente me estoy pasando y el pobre blog está en fase declive total. Y mirad que no es que no tenga cosas que contaros, porque aquí en Play y en el mundo, en general, siempre están pasando cosas, que son interesantes filtrar por mi sapiencia gatuna.

Están siendo tiempos extraños, de revoluciones sociales –o eso quisieran algunos y otros, evidentemente, no-, de sangres alteradas por el calor recién llegado y eso que dicen que hasta el 40 de mayo no te quites el sayo. ¡Pues yo ya estoy en fase "hecho pelos por todas partes" y cada vez me molesta más sentarme en las faldas amigas! Con este calor lo mejor es dejarse caer en un sofá de la salita y esperar a verlas llegar.

Sin embargo, ante mi letargo, jóvenes y ancianos, mujeres y hombres, se levantan –¡por fin!- en este país exigiendo cambios que permitan a las personas vivir con esperanza. Sí, porque en esta sociedad, quien menos o quien más lo está pasando mal porque no tiene trabajo, no puede pagarse un alquiler o lleva la hipoteca como soga al cuello. Pero ellos no son los únicos indignados, también lo estoy yo. Indignado en mis carnes –aunque ya me cuelguen-, en mi alma –aunque ya he visto de todo-. Sí, lo estoy porque me pregunto cómo con la que está cayendo, hay gente que se dedica a observar y a amenazara a aquellos que dan de comer a mis hermanos que viven en la calle. Así que yo también estoy indignado con esas colonias de gatos, en concreto con quienes las gestiones porque no se mojan y con algunos vecinos que hostigan a los otros por ayudar a mis congéneres. ¡No tendrán mejores cosas que hacer! ¡Esto parece el mundo al revés!

Y ante esta indignación, cómo proseguir, cómo dejar que esas ideas se plasmen en algo real. En definitiva, ¿cómo actuar después? Algunos ven la solución en la política. Y si no que se lo pregunten a Efrén que se nos ha presentado para alcalde de Barcelona. No lo ha conseguido, pero eso de meterse en política le ha dado un chute de energía. ¡Si es que sois más raros! Otros mientras tanto buscan soluciones en la imaginación y la fantasía, y sino preguntarle a algunos de mis muchachos que ya están empezando a empapelar Play con nuevas historias de mi alter ego Gato Negro.

Yo no lo tengo muy claro, pero os diría que se ha de continuar intentándolo. Cuando el diálogo no funciona, no hay que dejarse amedrentar. A veces tendrá que ser con precaución, con nocturnidad –sin alevosía, claro está-, pero vosotros seguid al pie del cañón si la causa es justa. Eso es lo que hacen en esas colonias de gatos de las que os he hablado. Siguen ahí, cuidando de mis hermanos menos afortunados porque a palabras necias, oídos sordos

Así pues ¿qué vais a hacer después de tanta indignación? ¿Os quedaréis aletargados, de brazos cruzados, como yo con el blog o llevaréis a la acción vuestras ideas e imaginación? ¡Venga, no me seáis gatos!

Próximamente o no, más y mejores -eso seguro- ronroneos.
Palabra de Play, el gato.

Posted by Publicado por Play en 1:44
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