lunes, 29 de septiembre de 2008




Apreciados blogueros y lectores,

El mes de septiembre se acaba y el otoño parece haberse adelantado este año en forma de días grises y precipitaciones varias. El ánimo veraniego parece recluirse y los humanos dejáis la alegría y el jolgorio para próximas estaciones. Hay que ponerse serios, cotidianos y profesionales –y yo añadiría, que incluso, os tornáis algo aburridos.

Y como hay que ser más profesionales y cotidianos, en la agencia y para ayudar a la concentración del equipo, se ha acordado una norma: más silencio, menos música, menos estruendo.

Supongo que debido a esto y al cambio de estación, he notado entre los miembros de la agencia, una variedad de estados anímicos de lo más variopinto. Y yo aquí, si que no tengo nada que decir, pues a mí los cambios estacionales también me afectan mucho físicamente –ya sabéis mis periodos de caída de pelo-. No tanto los anímicos, se mantener la calma -igualito que vosotros, ¿verdad?

Retornando al tema del ruido, realmente, en determinados momentos los humanos sois exageradamente ruidosos, especialmente, para mis oídos que son capaces de percibir sonidos imposibles para los vuestros. Así que cuando a vosotros mismos os molesta algo, imaginaos a mí. ¡Tened piedad de los gatos! ¡No más Manolo Escobar a todo trapo de los vecinos, ni más bocinas de camiones y coches, ni más alarmas intempestivas en la madrugada!

Yo siempre puedo evadirme. Irme a la salita, a mi sofá y enroscarme para aislarme de todo y de todos. Pero vosotros tenéis que seguir trabajando juntos, en comunidad y en comunión. Ahora, la cuestión es ¿dónde está el límite del ruido para no molestar a unos y dejar trabajar a los otros? ¿Se puede encontrar un equilibrio? Supongo que la clave está en que haya el ruido necesario para comunicarse más y mejor, pero el silencio suficiente para escucharnos los unos a los otros.

Ese es mi consejo, muchachos.

Próximamente, más y mejores ronroneos.

Play, el gato

Posted by Publicado por Play en 4:38
Categories:

1 comentarios

jueves, 4 de septiembre de 2008


Apreciados blogueros y lectores,

Ya hemos inaugurado el mes de septiembre, el mes que –a excepción de primeros de año- se convierte para los humanos en el momento de retomar rutinas e iniciar otras nuevas. Porque los humanos tenéis un par de extraños vicios en esta época: empezar coleccionables, que luego ni termináis ni sabéis donde colocar, y hacer una lista de buenos propósitos para el nuevo curso.

Yo, de coleccionar, no tengo ni idea… Lo más que he llegado a coleccionar han sido las tres entradas de este blog. Para mí, no tiene demasiado sentido el concepto de coleccionar, pero entiendo que los humanos sentís cierto placer en reunir objetos –algunos de ellos ciertamente inútiles. Me pregunto para qué. Y, otra cosa es la de coleccionar recuerdos… uf, eso para mí, sí que es misión casi imposible.

Y, luego está la lista de los propósitos. Frases que he oído por la agencia los últimos días: “Iré a la piscina”, “Voy a apuntarme al gimnasio”, “Voy a coger más la bicicleta”, “Voy a adelgazar…” En fin, de aquí a un tiempo ya os contaré cuántos de estos propósitos se tornan en realidad. No es que no crea en su palabra y buenas intenciones, pero es que ya se sabe que quién mucho abarca poco aprieta. Ya he detectado que los humanos funcionáis así, os ponéis metas para seguir adelante, lo cual no sé si es bueno o es malo. Sin embargo, creo que no deberíais obligaros a cumplir tantos propósitos, sino ir haciendo según lo que os apetezca a cada momento. Es lo que yo hago, pero entiendo que es vuestro carácter y debo respetarlo.
En fin, me tendré que adaptar yo a vuestra forma de entender la vida y, por eso, también voy a anunciar públicamente mi buen propósito: escribir más y dormir menos.
¿Creéis que lo lograré?

Próximamente, más y mejores ronroneos…
Play, el gato

Posted by Publicado por Play en 3:29
Categories:

2 comentarios

miércoles, 3 de septiembre de 2008


Apreciados blogueros y lectores,

Unos se van y otros regresan. Así es el verano. Los que disfrutaron de las vacaciones vienen descansados y con una sonrisa de oreja a oreja por lo que han vivido y los que se van ahora, con la misma sonrisa pero por lo que les espera –que se lo digan a Francesc y a Marta-. La cuestión es que todos se van de vacaciones, pero ¿Y qué pasa con los gatos? En concreto, ¿Qué pasa conmigo?

Primero de todo, es un buen momento para recordar que el verano es época para disfrutar de nuestra compañía y no para dejarnos por ahí. Vamos el famoso: “Él no lo haría”. Pues eso, amos y dueños de gatos y, de otros seres de cuatro o menos patas, cuidarnos. No voy a hacer demagogia, cada uno ya sabe cuál es su deber y responsabilidad.

Por mi parte, no tengo problemas. En la agencia, se turnan y siempre estoy acompañado. Por mi parte, hace años que no voy de vacaciones, aunque también podríais pensar que ya me paso todo el año en este estado de disfrute y no iríais desencaminados. En fin, que sepáis que si no me voy de vacaciones es porque odio viajar en el cajetín. Para mi es la tortura más horrorosa a la que me podéis someter. Por eso, prefiero quedarme por aquí y seguir “espiando” a ver qué sucede este mes de agosto. Escuchando las historias de los recién llegados –Desiree y David-. Ahora, me voy a acercar a ellos, pero solo un poco, no se vayan a pensar que me acuerdo de ellos y que les he echado en falta. ¡Ni mucho menos, que uno tiene su orgullo! Me iré acercando poco a poco, haciéndome el remolón. Ahora les olfateo un poco, ahora les paso por entre las piernas, ahora les miro fijamente desde la distancia. Y así, hasta el tercer o cuarto día, en que ya me suba a la falda de Desiree. Voy a hacerles sufrir un poco…

Os dejo que estoy oyendo hablar sobre gatos. David dice que en las calles de Tailandia hay muchísimos, pero que la gente los cuida y respeta… Tal vez, tenga que pensar en superar mi trauma con el cajetín e irme a esos países…

Próximamente, más y mejores ronroneos
Play, el gato

Posted by Publicado por Play en 7:39
Categories:

1 comentarios

Apreciados blogueros y lectores,

Hace un par de meses, me estrené como escritor –una faceta que nunca hubiera dicho que iba a desarrollar- en el “Anatomía de Play”, donde presentamos en sociedad –que fina que queda esta expresión- la frescología o algo así. El caso, es que me pidieron que escribiera la carta del director, cosa que ya comenté en su momento, me parecía un poco loco por su parte, pero claro, ya sabemos que este equipo no se caracteriza por su cordura. En fin, que aquello de explicar lo que veo, pienso e, incluso, lo que opino – ¡porque los gatos también tenemos opinión, aunque no la expresemos fácilmente!- me gustó, me gustó mucho. Y, bueno, aunque hace calor y mi divertimento preferido es estirarme en cualquier sitio, especialmente, la falda de mis chicas favoritas, para ver pasar las horas, he decidido colaborar en la agencia. Al fin y al cabo, ya toca después de tantos años, de estar mantenido. Por eso, le he pedido a mi amigo Francesc –nuestro diseñador web- que me ayudara a realizar mi idea. Así que hoy estreno este blog, con nombre e imagen provisional y aún por definir, pero eso sí, con ansias de explicaros todo lo que vaya sucediendo en Play.

Próximamente, más y mejores ronroneos…

Play


Posted by Publicado por Play en 7:20
Categories:

0 comentarios