jueves, 4 de septiembre de 2008


Apreciados blogueros y lectores,

Ya hemos inaugurado el mes de septiembre, el mes que –a excepción de primeros de año- se convierte para los humanos en el momento de retomar rutinas e iniciar otras nuevas. Porque los humanos tenéis un par de extraños vicios en esta época: empezar coleccionables, que luego ni termináis ni sabéis donde colocar, y hacer una lista de buenos propósitos para el nuevo curso.

Yo, de coleccionar, no tengo ni idea… Lo más que he llegado a coleccionar han sido las tres entradas de este blog. Para mí, no tiene demasiado sentido el concepto de coleccionar, pero entiendo que los humanos sentís cierto placer en reunir objetos –algunos de ellos ciertamente inútiles. Me pregunto para qué. Y, otra cosa es la de coleccionar recuerdos… uf, eso para mí, sí que es misión casi imposible.

Y, luego está la lista de los propósitos. Frases que he oído por la agencia los últimos días: “Iré a la piscina”, “Voy a apuntarme al gimnasio”, “Voy a coger más la bicicleta”, “Voy a adelgazar…” En fin, de aquí a un tiempo ya os contaré cuántos de estos propósitos se tornan en realidad. No es que no crea en su palabra y buenas intenciones, pero es que ya se sabe que quién mucho abarca poco aprieta. Ya he detectado que los humanos funcionáis así, os ponéis metas para seguir adelante, lo cual no sé si es bueno o es malo. Sin embargo, creo que no deberíais obligaros a cumplir tantos propósitos, sino ir haciendo según lo que os apetezca a cada momento. Es lo que yo hago, pero entiendo que es vuestro carácter y debo respetarlo.
En fin, me tendré que adaptar yo a vuestra forma de entender la vida y, por eso, también voy a anunciar públicamente mi buen propósito: escribir más y dormir menos.
¿Creéis que lo lograré?

Próximamente, más y mejores ronroneos…
Play, el gato

Posted by Publicado por Play en 3:29
Categories:

2 comentarios:

Francesc dijo...

No se si ha sido buena idea dejar que el gato cogiera un ordenador... el tiempo lo dirá.

desiree dijo...

Play, yo creo que deberías proponerte no arañar el sofá.