martes, 13 de septiembre de 2011



¡Cumpleaños feliz! ¡Cumpleaños feliz! Te deseas a ti mismo, Playete, cumpleaños feliz.

No podía caer en mejor día mi cumpleaños que en un estupendo martes 13 para hacer honor a mi negrura y mi buena suerte. Sí, hoy es mi cumpleaños. Un año más viejo y ya van diez. Parece mentira que el tiempo pase tan rápido, incluso para un felino a los que se presupone que se ralentizan las horas y los días.

No voy a hacer balance de estos diez años porque sería un aburrimiento para vosotros (siestas, gente que entra, gente que sale de Play, más siestas, traslado, latitas de los viernes, el blog y mi estreno como escritor, más siestas) y además acabaría rápido, como habéis podido comprobar. No voy a hacer una lista de las múltiples cosas que me han aportado mis muchachos y tampoco voy a preguntarle a ellos porqué sé que no van a contestar –llamadme descreído-, pero nada de eso importa.

Tampoco voy a hablar de promesas futuras, tan típicas por otra parte de este mes de septiembre, inicio de curso, de año. No, no voy a hacer promesas que luego no pueda cumplir, que me de pereza… No, porque la vida cambia y no puedo poner mi patita sobre ningún fuego –aiss, qué me quemo- por nada en este momento.

Así que sin hablar de pasado ni de futuro, ¿qué me queda? Hablar de presente. Y el mío es este. Tal cual, con lo bueno y con lo malo. Disfrutando de lo primero, aceptando lo segundo. Y en ese estado de paz, sólo existe este momento en que os escribo estas líneas, en las que disfruto de expresarme y también de meter caña a los humanos. Pero, hoy tampoco voy a ser duro con vosotros. Es mi cumpleaños y quiero ser bondadoso… Más de lo que soy habitualmente.

¡Qué mejor día que el de hoy para regresar a mi blog, después de estas largas vacaciones que os espero explicar en breve! Pero como decía, hoy me quedo con este instante. Tal vez , no tenga tarta con velitas –aunque una latita extra o golosinas no estaría de más. Tal vez, no tenga felicitaciones a raudales –aunque me consta que en facebook me han dejado unas cuantas, incluso gente a la que no conozco personalmente, pero es que ya se sabe que tengo mucho carisma… En realidad, todo eso está genial, ¿a qué felino o humano no le gusta que le recuerden? Pero lo mejor es que estoy aquí. Que alguien me rescató y vine a parar a este lugar. Que recibo mimos a raudales y que a pesar de algún achaque en forma de bolas de pelo tengo una salud de hierro. Lo mejor es que tengo ganas de seguir repartiendo cariño, de seguir arañando en el alma humana, de explicaros anécdotas de mi día a día. En definitiva: ¡LO MEJOR ES QUE ESTOY AQUÍ! ¡Y CARPE DIEM!


Próximamente, más y mejores ronroneos.
Play, el gato

Posted by Publicado por Play en 2:34
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