viernes, 25 de junio de 2010


Queridos seguidores felinos y blogueros humanos,

No os asustéis por el título de la entrada. No os voy a hablar de matemáticas, ni de ciencias exactas. Esto es un suma porque otro cachorro humano –en este caso, cachorra- ha llegado para formar parte de este mundo Play, de este planeta nuestro. Si, así es, Abril ha llegado en Junio y lo ha hecho con rapidez y sin mucho estrés para fortuna de sus papás, que también lo son un poco míos, Desiree y David. Entonces, estoy pensando que por esta regla de tres: si Desiree y David son un poco mis padres, ¿Abril será un poco mi hermana? Ah, no, que hemos dicho que hoy no haríamos cálculos matemáticos.

Como bien sabéis, a mí los pequeñajos humanos no me gustan demasiado. Son muy movidos y me estresan. Son demasiado curiosos y me incordian. En definitiva son demasiado en todos los sentidos…

Pero claro, cuando los cachorritos humanos te son cercanos, pues mi corazón se confunde y aunque me digo a mí mismo: Son el enemigo, son el enemigo que me roban el cariño, la proximidad y el roce con sus progenitores y con ellos mismos me hacen encariñarme. Eso sí, siempre mejor en la distancia.

¡Y qué le voy a hacer si fui de los primeros en enterarme de la buena noticia! Sí, Desiree y David, ese viernes que pasará a vuestra historia personal, yo rondaba por aquí y tuve la primicia de la noticia. Y a partir de entonces empecé a encariñarme por esa barriga, a la que a mi manera cuidaba, sentándome suavemente encima para darle mimos y calorcito –y que conste que no tengo complejo de gallina incubadora.

Yo he visto como esa barriga crecía y los mareos y malestares primeros se convertían en curiosidad e ilusión después. Yo he notado como Abril empujaba a la vida y daba patadas, a la par que David convertía los llantos de los niños en dulce sinfonía a sus oídos –o eso intentaba. Yo he oído miles de historias de partos, consejos varios –buenos y malos, ¿verdad, Desiree?- y discusiones sobre cochecitos “buga-buga”.

Yo he estado presente estos nueve meses y, por supuesto, aunque no quiera, quiero. Quiero a esa pequeñaja que viene a ampliar la familia, a descubrir todo un mundo y a enseñar a sus padres aquello que solamente un niño puede enseñar.

A pesar de las ojeras y el cansancio, los pañales acumulados y el desorden generalizado que se establece en vuestras vidas, espero que disfrutéis de Abril en Junio, Julio, Agosto y el resto del año. Y desde aquí envío un mensaje de ánimo para alguien que debe llevarlo peor que yo, el destronado Don vito: ¡Animo chaval que tú sigues siendo el puto amo! Y consolando a mi hermano felino me despido.

Pero como os he dicho esto es un suma y sigue y de aquí a nada otro bebé rondará por aquí… ¡Qué dios, buda o alá, me dé paciencia infinita para superar esta prueba!

¡Enhorabuena papás! Lametones especiales para Abril.

Playete.

Posted by Publicado por Play en 2:44
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